Justa igualada entre el BM Moaña y el Goldie Xiria
El resultado impartió justicia para los dos equipos en un partido en el que el BM Moaña dominó una de las partes del encuentro y el Goldie Xiria la otra.
Info del departamento de prensa del Balonmán Xiria
BM Moaña 24 – 24 Goldie Xiria
BM Moaña (9+15): Elisa María Carrera, María Míguez, Sara Acuña (7), Sara Piñeiro (3), Susana Peña, Ainoa Fernández, Andrea Reboiras (2), Laura Chavert, Fátima Comedeiro (6), María Estévez, Aida Barros, Marta Nogueira, Daniela Puga, Tara Fazanes (4), Marta Ramallo, Lucía Rodríguez, Cristina Riobo (2).
Goldie Xiria (14+10): Nadia Vázquez (p), Sara Pose (p), Juana Garrochena, Alba Rodríguez (2), Natalia Solís (3), Eva Facal, Mina Ribullén (4), Aida Vizcaíno (3), Jessica Posse (5), Saray Couto, Elena Segade (4), Tamara Pombo, Sheila Ferreiro y Raquel Gómez (3).
Árbitros: Patric Espada y Rubén Iglesias.
Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de la Primera Autonómica Femenina disputado en el Pabellón Municipal de O Rosal (Moaña) ante unos 100 espectadores.
Aunque en la primera mitad se pudo ver un Goldie Xiria solidario y concentrado en las tareas defensivas, a lo que se unió a partir del minuto 10, buenas decisiones en ataque, lo que llevó que se llegase al descanso con el 9-14 en el marcador.
La pelota estaba sobre el tejado carballés para hacerse con los dos puntos, pero las locales imponían un ritmo distinto al partido y daban mayor firmeza a su defensa en la segunda mitad.
El Goldie Xiria no se encontraba a gusto en la pista y ni el tiempo muerto solicitado por Adrián Dubra cambiaba el signo del partido. Las inseguridades daban con demasiadas pérdidas de balón y ataques precipitados que ponían demasiado difícil el balance defensivo.
No pintaban bien para las del Goldie, quienes veían como a falta de un minuto quedaban con una jugadora menos y un gol por abajo. Pero, el carácter ganador del equipo carballés salía en momento preciso y jugando a portería vacía conseguía un empate muy valioso que sabe a poco, pero que se antoja justo debido al devenir del encuentro.