El Paiosaco sumó un valioso punto ante el Polvorín, filial del Lugo, en el partido de la despedida de Josiño Mato, el cual se vio empañado por la actuación del trío arbitral del encuentro ya que estos se erigieron como los grandes protagonistas de la tarde con decisiones más que discutibles y cargando de tarjetas a los locales en un partido totalmente limpio por ambas partes.

UD Paiosaco 0 – 0 Polvorín SD

UD Paiosaco: Rama, Iriso, Juanma, Zalo, Sergio, Javi Fuentes, Josiño Mato (Iván Amor m.55), Josiño Vázquez, Michi Castro (Manjarín m.71), Diego Lois (Tabuyo m.71), Porti (Pablo m.67).

Polvorín SD: Cacharrón, Asier, Rey, Julio, Pedro, Óscar, Josito, Luis, Adrián García (Marcos m.78), Javi Rey (Dani Renda m.65), Palas (Fraga m.73).

Árbitro: Jesús Piñeiro Lugo (Colegio santiagués) auxiliado por Óscar Martínez Santos y Félix Queija Pérez. Realizaron un arbitraje nefasto y totalmente imparcial. A pesar de que no influyeron en el resultado fue minando a los locales con decisiones más que discutibles y además no permitieron que el juego tuviese continuidad señalando con continuas e inexistentes faltas .

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del grupo norte de la Preferente Galicia disputado en A Porta Santa (Paiosaco) ante unos 250 espectadores.

Primera parte con muchísimas interrupciones en la que el filial del Lugo trató en todo momento de llevar la iniciativa pero la alta presión que ejerció el Paiosaco sobre la salida de balón de los lugueses no permitía que los hombres de José Durán le dieran continuidad al juego.

A los cinco minutos, los visitantes se adelantarían en el marcador tras una falta colgada por Javi Rey pero el juez de línea levantaría el banderín señalando un claro fuera de juego del jugador que cabeceó el balón al fondo de las mallas.

Tras esto, el centrocampismo y la alta intensidad impuesta por ambos equipos serían la tónica predominante del partido.

A pesar de que el Polvorín era el equipo que tenía más control del balón, las ocasiones más claras de gol serían para el cuadro local y llegarían de la mano de Josiño Mato, el hombre que hoy se despedía de su equipo. En la primera de ellas, el habilidoso delantero del Paiosaco pondría en escena una de sus mejores virtudes, la pillería, para robarle la cartera a la defensa y plantarse ante Cacharrón pero su remate final se iría fuera. Pocos minutos después, el propio Josiño, tras librarse de la marca, sacaría un buen disparo que sería interceptado por un providencial Julio cuando ya se cantaba el 1-0 en la grada de A Porta Santa.

Tras esto, el filial del Lugo reaccionaría y Javi Rey, su jugador más activo durante el encuentro, buscaría el gol con un disparo cruzado pero Rama haría una gran intervención para evitar el gol de los lugueses, por lo que se llegaría al descanso con el resultado inicial.

A la vuelta de los vestuarios, la igualdad era la tónica predominante sobre el césped artificial de A Porta Santa.

Y, en el minuto 55, se produciría el momento más emotivo de la tarde luego de que Juan Riveiro sustituyese a Josiño Mato quien se despedía de la afición verdiblanca, la cual se ponía de pie para ofrecerle una gran ovación al “7” del Paiosaco.

Tras esto, el filial del Lugo contaría con una gran oportunidad tras una internada en el área de Adrián García, quien intentaría poner el balón en el segundo palo donde se encontraba Josito con la caña preparada para hacer el gol pero un atento Rama evitaría que ambos jugadores conectaran.

A esta oportunidad, responderían los verdiblancos pocos minutos después tras una internada de Pablo por banda, pero Iván Amor no conectaría el remate con certeza y Cacharrón atajaría sin problemas.

Ya en el tramo final del encuentro, el Polvorín se lanzaría al ataque en busca de la victoria pero los hombres de José Durán no eran quienes de superar la defensa infranqueable del conjunto local, hasta que a falta de siete minutos Rama se tendrían que emplear a fondo para evitar que un cabezazo de Óscar se introdujese en la portería tras una falta colgada por Dani Renda y el marcador ya no se movería hasta el pitido final.